La Climatización Invisible se ha consolidado como solución estándar en los proyectos que apuestan por la máxima eficiencia energética y confort, tanto en el modo calefacción como refrigeración, el tema que ahora nos ocupa.

Sin embargo, aún existen dudas o falsas creencias acerca del rendimiento de una superficie radiante, ya sea suelo o techo, para refrigeración. Este desconocimiento genera oportunidades perdidas en la fase de diseño de proyectos. Hoy, promotoras inmobiliarias e ingenierías buscan constantemente soluciones energéticamente responsables, y estas ideas preconcebidas les hacen no tomar la decisión más óptima para la climatización de su proyecto.

Como en cualquier proyecto, para lograr el máximo rendimiento de la Climatización Invisible, es necesario realizar un buen estudio en la fase de diseño. Se han de tener en cuenta aspectos como la tipología de proyecto (obra nueva o rehabilitación), uso de las estancias, cargas térmicas a combatir, fuente de generación, etc. Con toda esa información, es más sencillo tomar una decisión tan relevante como la de elegir la solución ideal para el proyecto.  

Las superficies radiantes, tanto de suelo o techo, funcionan mediante la circulación de agua a diferentes temperaturas a través de tuberías integradas en estas superficies. Dependiendo del diámetro de las tuberías y el caudal de agua, se puede ajustar la potencia de refrigeración o calefacción según las necesidades específicas.

 

¿Pero qué superficie radiante se adapta mejor a cada proyecto? A continuación exploramos con detalle cada sistema, poniendo el foco principalmente en sus ventajas específicas para la refrigeración, y en cómo pueden ayudar al profesional a conseguir el mejor rendimiento energético en su proyecto y al usuario la mejor experiencia de confort en su hogar.

Semejanzas y diferencias entre suelo y techo radiante para refrigeración

 

Las soluciones radiantes de Uponor siempre han tenido la opción de funcionar en modo calefacción y refrigeración, pero dependiendo de las condiciones de diseño el rendimiento varía. El principio básico de funcionamiento en ambos casos es el mismo, impulsión de agua a media temperatura, (en torno a los 35-40 ºC en modo calefacción y unos 14-16 ºC en modo refrigeración) a través de circuitos de tuberías que quedan embebidos en una capa de mortero de cemento sobre la cual se coloca el pavimento final, en el caso del suelo, o insertado en una placa de yeso en el caso del techo.

Los sistemas radiantes requieren disponer de una gran superficie de emisión, por eso se instalan preferentemente en el suelo y el techo. Dependiendo de la altura disponible se podrá realizar la instalación de un sistema para obra nueva o reforma. Esto implica diámetros de tubería diferentes por los que circula diferente caudal de agua y por tanto alcanzándose ratios de potencia distintos.  En la actualidad la demanda de sistemas de refrigeración en los edificios es creciente y la potencia demandada en los mismos también.   

 

Así, ya sea un sistema de Climatización Invisible por suelo o techo, la energía radiante transmitida se distribuye uniformemente, sin que sea necesario modificar la temperatura del aire del interior de la estancia. Se logra así condiciones de confort un menor consumo de energía, y proporcionando un ambiente homogéneo y sin corrientes. Además, ambas soluciones se integran a la perfección con sistemas de energía renovable como la aerotermia y la geotermia.

Entre las diferencias, cabe destacar que los sistemas de techo radiante proporcionan hasta un 100% más de potencia en refrigeración en comparación con los sistemas de suelo radiante. La clave siempre serán las cargas térmicas a combatir en la habitación. A mayor carga, la solución de techo es potencialmente más eficiente.

Otra diferencia es que los sistemas de techo radiante requieren un menor espacio para ser instalados, son más ligeros al no ser necesario incluir la losa de mortero de los sistemas de suelo radiante y son más rápidos en reaccionar al tener una menor inercia. Este último punto es especialmente interesante en zonas climáticas con periodos de entretiempo.

 

Desde el punto de vista del diseño de las instalaciones de la vivienda, es muy interesante la solución de techo radiante porque permite concentrarlas todas por el techo, simplificando y optimizando los tiempos de ejecución.

Cada caso deber ser analizado individualmente, pero sea como fuera, disponer de la opción de refrigeración en el sistema de Climatización Invisible, disminuye el consumo de energía – ya sea eliminando el uso de otros sistemas de refrigeración o completándolos- y con ella alcanzándose los mayores niveles de mayor confort.

Zonas con un alto grado de humedad en el ambiente

Una de las dudas habituales cuándo se trata de la refrigeración radiante es cómo evitar el riesgo de la condensación, especialmente en zonas geografías con alta humedad. Sin embargo, los sistemas de control modernos, como los ofrecidos por Uponor, incluyen una gestión avanzada del funcionamiento del sistema, de manera que su funcionamiento se ajusta para prevenir la condensación.

Estos sistemas inteligentes monitorean continuamente los niveles de humedad para evitar problemas de condensación, además pueden combinarse en su funcionamiento con otros sistemas como deshumidificadores, ventilación mecánica, aire acondicionado, etc.  Una instalación bien diseñada y completa aumenta considerablemente el número de días al año en los que el sistema radiante puede estar en funcionamiento sin problemas de condensación.