Sí, únicamente hay que analizar el proyecto y conocer sus limitaciones.

De ese modo se puede instalar el sistema que mejor se adapte a las necesidades del proceso de reforma.

Pueden ser sistemas que se instalen en el suelo, en el techo o en la pared.

• La altura disponible desde el suelo al techo.
• El tipo de estructura que soporta la vivienda. No es lo mismo un piso que una casa o un local.

Tampoco los materiales con los que se ha construido y que la sustentan: piedra, ladrillo, vigas de madera, etc…

• El tipo de pavimento ya existente y la complejidad y coste de retirarlo.
• El tiempo en que ha de ejecutarse la reforma.
• El tipo de reformar: parcial o total.
• Si la reforma implica una intervención sobre suelo o suelo y techo.
• Una vivienda vacía o en la que los usuarios conviven con el proceso de reforma.
• La zona geográfica.
• Si se desea un sistema que funcione en calefacción y refrigeración o solo en calefacción.

La altura mínima necesaria para poder integrar un sistema de Climatización Invisible por suelo radiante para reforma es de al menos 2 cm, sin incluir el nuevo pavimento.

En el caso de los sistemas de techo radiante se requiere al menos de un espacio libre de 20cm.

Existen diferentes sistemas de suelo radiante específicos para la reforma e incluso diferentes sistemas de techo radiante.

La horquilla de tiempo necesario para poder disfrutar de un sistema radiante, en el caso de una vivienda de 90 m2 y contando únicamente el proceso de instalación de dichos sistemas, es de entre 3 días*, si el sistema elegido es Uponor Siccus Mini en combinación con placas de mortero seco y 25 días* si el sistema elegido es el Uponor Tecto con mortero húmedo.

*Plazos orientativos. Cada proyecto ha de ser analizado.

Dependiendo de la altura disponible existente desde el suelo hasta el techo de la vivienda, el sistema de suelo radiante para la reforma puede contar con aislamiento térmico o no.

Efectivamente. Cada vivienda tiene su complejidad especialmente si se trata de viviendas o casas antiguas, por ello los diferentes sistemas de suelo y techo radiante pueden combinarse en un mismo proyecto.

Un sistema de suelo radiante para la reforma, sin aislamiento térmico (por limitaciones de altura) trabaja igualmente a baja temperatura de modo que las condiciones de confort se mantendrán y el ahorro energético respecto de otros sistemas seguirá siendo muy superior.

En comparación con un sistema de suelo radiante tradicional para obra nueva, pueden darse mínimas pérdidas de energía hacia la parte inferior del forjado pero que en ningún caso son preocupantes y así se contempla en la normativa de instalaciones de suelo radiante UNE-EN 1264.

Al igual que los sistemas de suelo radiante tradicionales para obra nueva, los sistemas de suelo radiante para reforma también pueden combinarse con pavimentos de madera.

Por tratarse de una reforma los morteros más recomendables son aquellos que son más ligeros, resistentes y con mejor conductividad. Este tipo de morteros suelen ser los morteros autonivelantes con un espesor máximo de 3 cm sobre la tubería del sistema. 

Si la vivienda cuenta con un sistema de radiadores y queremos realizar la reforma en diferentes fases de ejecución como puede ser

Año 1 planta inferior de la casa (cocina, salón y aseo)

Año 2 planta superior (dormitorios y baños)

Se puede aprovechar como fuente de calor la caldera y el sistema de radiadores del resto de la vivienda pueden convivir con el sistema de suelo radiante.

Para ello es necesario contar con un grupo de mezcla que reduzca la temperatura del agua que entra en el sistema de suelo radiante.

Efectivamente, todos pueden funcionar en modo calefacción y refrigeración, pero depende del tipo de sistema su rendimiento puede variar desde 20 a 100 W/m2*

*según ensayos realizados