Te ayudamos a ahorrar y ganar en confort con tu suelo radiante

En invierno, la temperatura ideal para lograr confort en los hogares podría situarse en 20º-22ºC. La Climatización Invisible se basa en la acumulación de energía (sistema inercial) y su transmisión se realiza mediante radiación, sin apenas movimientos de aire. Precisamente por ello se consigue un gran ahorro energético superior al 20% al no necesitar que el generador esté encendido para ceder calor al ambiente ya que éste lo acumula y lo libera gradualmente.

En caso de periodos de apagado prolongados del suelo radiante, como ha podido ser durante la primavera y verano, deberemos calentar el suelo de forma gradual, y se recomienda aumentar paulatinamente 1 grado la temperatura del suelo radiante desde la temperatura ambiente de la vivienda hasta la temperatura de confort.

Se recomienda mantener una temperatura de confort y una temperatura reducida de no más de 2-3 grados en periodos de ausencia temporal con el objetivo de controlar la inercia del suelo radiante. En caso de mantener la temperatura fija solo habrá consumo de energía cuando los termostatos estén activos, esto no siempre ocurre, aunque la vivienda esté caliente ya que, aunque el sistema posee inercia térmica para calentarse, también la tiene para enfriarse, pudiendo mantener el calor en las estancias mucho más tiempo que los sistemas convencionales sin necesidad de consumir energía.

En caso de ausencias prolongadas se podrá optar por apagar o aumentar dicho rango de reducción de temperatura pudiendo optar adicionalmente por sistemas de control remoto.

Salvo los termostatos y los interfats de usuario, cualquier otra manipulación del sistema debe ser realizado por personal del Servicio de Asistencia Técnica. En ningún caso pueden manipularse los elementos que componen el colector de distribución como caudalímetros, cabezales electrotérmicos, valvulas o las conexiones eléctricas/electronicas entre los componentes hidraúlicos y los de control del suelo radiante.

Uponor recomienda una  revisión completa de la instalación de suelo radiante anualmente, incluyendo purgado, limpieza de caudalimetros, revisión de la presión hidraúlica, ajuste de salto térmico en colectores, comprobación de las conexiones electricas y electronicas o calibración de los parámetros de funcionamiento.